Golpetazo

Qué bonito es pensar que uno tiene la suerte de caer en el mejor lugar en el momento oportuno. Qué hermoso verte de pronto donde querías sin apenas esforzarte. Qué divertido es encontrarte con un mundo que te sonríe cual decorado de los Teletubbies... Desgraciadamente, esos momentos de fortuna o de orgásmica drogadicción se equilibran, como el yin y el yang o los documentales de la 2 con la telemierda de la 5, con esos momentos de la más puñetera de las punterías.

Es como si en un atasco de coches estás siempre en el carril más lento, o te escogen entre millones de personas para una cansina encuesta o, como es el caso que nos ocupa, cuando entras en el mercado laboral con una crisis de proporciones bíblicas (bíblicas de los últimos capítulos, que son los que acongojan)... Uno se pregunta si tendrá la fortuna suficiente para no acabar, después de todos los estudios realizados, vendiendo menús wini wini en un winipizza o un burguerwini.

Porque si hay algo peor que tener mala pata, eso es la incertidumbre... y en tiempos de crisis económica (que cansinos estamos, por cierto, con la maldita crisis) otra cosa no habrá, pero incertidumbre la que uno quiera... Para aquellos que se encuentren en una situación similar a esta, os dedico esta bonita canción. Porque tener dinero es lo de menos, lo importante es creérselo uno, qué narices.

Por cierto, fijaos en el señor batería... a eso me refiero con creérselo, amigos...



Un saludo de este bloguero con un dolor de cabeza tremendo (¿será por el mazazo de la realidad?)